La relación entre los dolores de cabeza y la salud mental

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El estrés, la ansiedad y la depresión pueden tener efectos importantes en nuestro sistema nervioso.


La gran mayoría de nosotros hemos sufrido dolores de cabeza por tensión o estrés. Es fácil imaginarnos en una situación así: cuando estamos horas trabajando bajo presión en la oficina, la noche antes de un examen importante, o después de una discusión en la que nos enojamos mucho. Lo más común es que estas emociones hagan que tensemos los músculos del cuello y la cabeza, provocando dolor. Que esto suceda de vez en cuando es muy normal, pero cuando se sufre de ansiedad o depresión más constante, los dolores de cabeza frecuentes pueden convertirse también en un componente extra del padecimiento.

Asimismo, quienes sufren de dolores de cabeza crónicos, como migrañas, también pueden padecer depresión o ansiedad como consecuencia de ésta. En un texto publicado por la American Migraine Foundation, la Dra. Dawn Buse explica que los pacientes con migraña tienen cinco veces más probabilidades de desarrollar depresión, pues el dolor frecuente puede llegar a interferir con sus actividades, hacer que cancelen planes y pasen varias horas al mes o a la semana encerrados en sus cuartos. Además, la Dra. Buse explica que entre el 30 y el 50% de los pacientes con migrañas crónicas pueden sufrir ansiedad, debido a la preocupación que les provoca estar esperando al siguiente ataque, que puede llegar en cualquier momento, y al miedo de vivir afectados por el dolor.

Aún así, no se sabe con seguridad si la migraña necesariamente causa depresión y/o ansiedad, o viceversa. Lo que sí se ha observado es que tanto la depresión como la migraña actúan a partir de químicos similares en el cuerpo que pueden predisponer a una persona a sufrir de ellas.

Para aliviar los dolores de cabeza, desde los más leves hasta los más severos, existe una infinidad de opciones de tratamientos: algunos son para dar una solución inmediata, otros deben de seguirse por semanas o meses para tratar los padecimientos crónicos. Cada tipo de dolor y cada cuerpo responden de manera distinta, y algunos pacientes pueden tardar mucho tiempo en encontrar el que les funcione mejor. Sin embargo, si ponemos de nuestra parte para mejorar nuestra salud emocional diariamente, reduciendo el estrés y la ansiedad a través de las técnicas que mejor nos funcionen, como meditación, respiración profunda, sueño regular y alimentación sana, nuestro sistema nervioso también lo agradecerá.  

Más información:

American Migrane Foundation

Imagen: am JD