La importancia de las emociones tristes

 

La tristeza, la nostalgia, la desesperanza, y todas esas emociones que consideramos “negativas” siempre tienen algo que revelarnos si aprendemos a sentirlas sin bloqueos.

Habemos personas mucho más propensas a la tristeza que otras. Por mucho tiempo pensé que esto era mi culpa, o que yo estaba haciendo algo mal; en parte porque a muchos parece incomodarles que uno esté triste, o porque quieren solucionarlo a como dé lugar, como si fuera un estado absolutamente indeseable.

La realidad es que es una emoción inevitable y, en muchos casos, útil, porque nos dice que hay algo que atender; no siempre es fácil saber qué es. El valor de sentarse a estar tristes con paciencia es que podemos entender mejor qué hay detrás de esa aflicción, qué nos incomoda, cuáles son nuestros límites en las relaciones, qué heridas no hemos sanado, y un largo etc. A veces son cosas muy sencillas, como que tuviste un mal día en el trabajo, te enojaste con tu pareja, tomaste una decisión de la que te arrepientes, etc. Otras veces su razón de ser no es tan clara, podría ser una combinación de factores, no haber dormido o comido bien, o no haber pasado suficiente en la naturaleza y el sol. Y hay otras ocasiones en las que las razones parecen indescifrables, todo es confusión y malestar pero no logras decir por qué. Si esta sensación persiste por varias semanas y se combina con otros síntomas, es tiempo de considerar que quizás estemos viviendo un episodio de depresión. En ese caso, te recomendamos leer este post. Pero si es pasajero, care te invita a tomar un break, dejar que la tristeza haga su trabajo, y llorar sin pena (el llanto libera un montón de hormonas como la oxitocina y endorfinas, que nos hacen sentir alivio). 

Es la forma más inmediata en la que nuestro cuerpo y mente nos quieren informar que algo no marcha bien. Podemos ignorarla y hacer como que nada pasa, pero tarde o temprano va a regresar y si no sabemos manejar la tristeza, la transformamos en frustración, ira, rencor, apatía, y malos comportamientos con los demás. 

Me considero una experta en vivir toda la gama de emociones (a veces en el lapso de unas horas, pero ese es otro tema). Así que tengo algunos tips para cuando quisieran llorar pero están desacostumbrados a hacerlo y no lo logran, o para cuando quieren estar solos y tristes un rato porque el clima está horrible y lo amerita, etc. 

  • Ver esta ruedita de emociones y sensaciones para intentar identificar cuál estás viviendo; hay muchos tipos de aflicción y nombrarla nos facilita saber cuál es su raíz.

 
Fuente: Lindsay Braman
 

Sacar una libreta o tu journal y escribir la pregunta: ¿por qué me siento [inserte emoción]? Escribe razones, preguntas, personas, o lo que se te venga a la mente, hasta que algo haga click. A veces, basta con plasmarlo en palabras para sentirnos mejor.

  • Puedes personificar a la emoción –como en Inside Out– y decirle en voz alta, y aunque te parezca ridículo: ¿qué quieres, por qué estás aquí? 

  • O, alternativamente, unas palomitas y ver Inside Out. Mi película favorita de Pixar es siempre un buen recordatorio de por qué TODAS las emociones son importantes. Y a veces, por más que nos echemos porras, lo que necesitamos es vivir el desconsuelo (¡la vida diaria es muy cansada y difícil! Se vale sentirse derrotado) y una pausa. 

  • Escucha ésta playlist que hicimos con mucho para los momentos de tristeza. Disfruta lo mucho que la música puede ayudarnos a sentir y sanar.

Algo que resulta de la psicoterapia constante, por ejemplo, es que nos volvemos más empáticos con nuestras experiencias, aprendemos a nombrar emociones (que parece una tontería, pero las confundimos con mucha frecuencia), y a comprender por qué nos sobrevienen. Cuanto más las entendemos, menos huimos de ellas. Entiendo que esto no es fácil, porque estar triste es incómodo y hasta debilitante. Pero bloquear estos sentimientos es, a la larga, más perjudicial. La mejor forma de superar la desesperanza es explorarla un rato sin ponerle etiquetas positivas o negativas.