Psicoterapia 101

 

Todo lo que necesitas saber sobre la psicoterapia, los tipos, beneficios y tips para comenzar este proceso.

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En Care estamos convencidos de la importancia y beneficios de acudir a psicoterapia. Con frecuencia la mencionamos como un pilar del bienestar; ya sea que estemos viviendo con algún diagnóstico médico, o que lo hagamos para manejar nuestras emociones y mantener estabilidad. Pero en nuestra misión de acercar a la gente a esta práctica (tan básica como alimentarse correctamente), también nos hemos topado con reticencia, mitos y confusión. 

Hay quienes siguen pensando que acudir a terapia es sinónimo de “locura” o de debilidad. Hay otros que han desistido porque el psicólogo/tipo de terapia no los hizo sentir cómodos o no vieron mejoría. Y hay personas que conocen los beneficios y están dispuestos a intentarlo, pero no saben por dónde empezar. Intentaré aclarar algunas dudas que todos tenemos sobre la psicoterapia y, con un poco de suerte, animarlos a dejar atrás los prejuicios. 

¿Cuál es la diferencia entre un psicólogo y un psiquiatra?

Es importante aclarar una confusión frecuente entre la terapia y las consultas psiquiátricas: los psicoterapeutas están especializados en el comportamiento humano, en desentrañar cómo nuestras experiencias y personalidad nos afectan. Nos ayudan a sanar heridas emocionales y encontrar estrategias para mantener bienestar mental. Por otro lado, en una consulta psiquiátrica se hace una valoración médica a partir de la entrevista al paciente, y al conocer sus principales síntomas se llega a un diagnóstico para el que se indica un tratamiento farmacológico y psicoterapéutico. 

¿Qué es y para qué me va a servir?

Es una herramienta para conocernos y sentirnos mejor, en un ambiente seguro y guiado por un profesional de la salud mental. A mi me gusta pensar que una sesión de terapia es como una clase en la que uno mismo es el temario: aprendemos de nuestras experiencias, analizamos patrones, traumas y creencias con el fin de regular nuestras emociones, cambiar conductas y tener mejores relaciones humanas. Al igual que las materias escolares, la terapia requiere de compromiso, es progresiva (con altibajos) y es importante entrar sabiendo que la mejoría no se da de un día para otro. 

Si tienes algún diagnóstico psiquiátrico es muy importante que te apoyes en un experto, pero si no es tu caso, es igualmente beneficioso acudir a psicoterapia para buscar una vida más estable y heredar mejores comportamientos a tu círculo cercano (especialmente si tienes hijos). Si tomamos cursos para aprender más sobre una infinidad de temas, ¿por qué no tomar uno que nos ayude a manejar el muy complicado día a día?

¿Qué tipos de terapia existen y cuál es para mí?

  • Terapia cognitivo-conductual (TCC): Es la terapia más popular actualmente, por su acercamiento práctico, estructurado, y relativa corta duración. Se enfoca más en tu situación actual (que en detalles de tu pasado), trabaja las creencias irracionales y distorsiones cognitivas que interfieren en tu comportamiento y plenitud. Alguien especializado en esta terapia te ayudará a identificar patrones de conducta, pensamiento y emociones, con el fin de poder darte estrategias para cambiarlos progresivamente. Es ampliamente utilizada para mejorar situaciones de estrés, trauma, depresión, entre muchas más.

  • Terapia psicoanalítica y psicodinámica: Es quizás la que todo mundo imagina cuando piensa en terapia... un diván y un señor de lentes que se parece a Freud quien se enfocará en tus experiencias tempranas. Si bien muchas de las teorías y métodos freudianos se siguen usando hoy en día, el psicoanálisis moderno suele ser más práctico. Toma las bases de esta corriente que se desarrolló en el siglo XX y la adapta a un proceso terapéutico menos tedioso, en el que se determinan los orígenes de tus problemáticas actuales para sanarlas de raíz e integralmente. Promueve un ambiente imaginativo, en el que todas las experiencias están conectadas, y ayuda que los comportamientos y patrones maladaptativos se vuelvan conscientes. Es un proceso largo de autoconocimiento, por lo que puede ser beneficioso para cualquier persona.

    • La terapia psicodinámica, por su parte, usa los principios psicoanalíticos (la importancia de los procesos inconscientes) y los adapta a intervenciones más breves, menos intensas y con mayor foco al “yo” actual. 

  • Terapia dialéctica conductual (TDC): Es la psicoterapia indicada para el tratamiento de trastorno límite de personalidad, pero sus módulos prácticos y su enfoque compasivo la hacen útil para otros problemas del estado de ánimo, estrés postraumático, trastornos de la conducta alimentaria, adicciones, conductas autolesivas, etc. Sus ejes principales son mindfulness, tolerancia a la angustia, regulación emocional y efectividad interpersonal. (Es la que practico yo, y estoy convencida de que sus enseñanzas psicosociales son tan básicas para la aceptación propia y las relaciones humanas sanas, que deberían ser parte de nuestra educación escolarizada).

  • Otras Hay una gran variedad métodos terapéuticos, pero no queremos promover ninguno que no haya sido extensamente estudiado y practicado por profesionales, por lo que detallo solo algunos de los más comunes: 

    • Racional-emotiva conductual (TREC): Una terapia corta que busca identificar pensamientos y conductas irracionales que repetimos constantemente para reemplazarlos por comportamientos más sanos y productivos. 

    • Terapia humanista: su modelo no apela al pasado individual sino a potenciar, con creatividad, las capacidades innatas y presentes del paciente. 

      • Dentro de este rubro humanista se halla la terapia Gestalt: igualmente enfocada en tomar consciencia y responsabilidad de lo que nos ocurre (más que investigar el por qué) y desarrollar la inteligencia emocional necesaria para autorrealizarse. 

    • Logoterapia: Desarrollada por Viktor Frankl, está orientada al análisis existencial, a encontrar un significado o propósito vital que nos ayude a lidiar con el vacío, la desesperanza y los síntomas emocionales, psicológicos, y físicos que provocan. 

    • Mindfulness: Una filosofía que ha existido durante siglos en la práctica budista pero que ha ganado fuerza como práctica terapéutica; está basada en la aceptación del aquí y el ahora para ayudarnos a responder sin juicios, en lugar de reaccionar, a toda situación.

¿Cuánto tiempo y dinero tengo que invertir?

Aunque el acceso a la salud mental sigue siendo un privilegio (cuando debería ser un derecho), cada vez hay más opciones que se adaptan a distintos presupuestos. El costo de una sesión de psicoterapia puede ir de 300 a 1500 pesos. Algunas bases de datos para encontrar a un profesional y conocerr estos detalles son doctoranytime.mx, psicologos.mx; y para terapia exclusivamente online, terapify.com. Asimismo, hay varias instituciones que ofrecen terapias a costos muy accesibles como la Asociación Mexicana de Psicoterapia Analítica de Grupo, el Instituto Latinoamericano de Estudios de la Familia, la Fundación Mexicana de Lucha Contra la Depresión, el INJUVE (para adolescentes y jóvenes), la línea de atención psicológica gratuita de la Facultad de Psicología de la UNAM, entre otras más

Es difícil decir cuánto tiempo vas a destinar a tu terapia porque depende de muchos factores: tu presupuesto, tu rutina semanal, el tipo que elijas, tu problemática, y la frecuencia que el terapeuta considere adecuada para tu caso. Una sesión semanal de una hora es un estándar para muchas terapias. En cuanto a la duración, eso dependerá de tu progreso, pero los profesionales recomiendan un mínimo de seis meses. Hay psicoterapias breves, y otras, como el psicoanálisis, que requieren de un compromiso a más largo plazo, pero esto no es un indicativo de cuán “afectado” estás; y, además, es una decisión que no tienes que justificar ante nadie mientras te haga sentir bien. También es muy común llegar a un límite con cierto psicólogo y su método. No sentir avances nuevos es buena señal de que debes buscar a otro terapeuta que te pueda brindar nuevas perspectivas. 

¿Qué esperar?

Es normal sentirse nervioso antes de una primera sesión. También es normal no estar dispuestos a contar toda nuestra vida y problemas a un extraño, pero un buen terapeuta sabrá encontrar tu ritmo y poco a poco crear un espacio de confianza en el que te sientas seguro de compartir. Como todo profesional, los psicólogos ven muchos casos distintos a diario, y es esta experiencia la que les permite generar empatía con sus pacientes… entonces no temas que te juzgará. Cuanto más te conozca, mejor te podrá ayudar de forma objetiva. 

Al tratarse de un proceso muy personal, algunas sesiones serán reveladoras, frustrantes, otras profundamente tristes, algunas más divertidas y optimistas, pero es crucial no desilusionarse y continuar aunque resulte incómodo. A la larga es una práctica sumamente satisfactoria.

Dos and don’ts:

  • Sí decirle que estás nervioso por tu primera sesión.

  • Sí preguntarle cómo trabaja y qué puedes esperar de tu proceso con él/ella/ellos. 

  • Sí contestar sus preguntas con plena honestidad. 

  • Sí hacer las tareas o ejercicios que te sugiere tu terapeuta.

  • No desesperarte porque un tema salga una y otra vez.

  • No darte por vencido cuando una sesión sea difícil, triste o salgas más confundido de lo que entraste. Esto también es completamente normal.

  • No esperar que tu terapeuta sea tu porrista.

  • No faltar, en la medida de lo posible, a tus sesiones. La constancia es clave. 

Red flags

  • Que tu terapeuta te haga sentir juzgado o incómodo de alguna forma. Si bien la terapia incluye un proceso de confrontación con nuestras creencias, la compasión y paciencia siempre deben reinar.  

  • Que no te de “permiso” de llorar. 

  • Que te contacte fuera del ámbito terapéutico. Tu psicólogo no es tu amigo, y es una mala práctica de su parte el involucrarse de forma personal con sus pacientes. 

Espero que este resumen les sirva como guía práctica e investigada en un mundo lleno de alternativas no clínicas –y potencialmente más perjudiciales (léase NXIVM)–. Denle una oportunidad a la psicoterapia basada en evidencia y pasen la voz: es una fortuna (¡no un motivo de vergüenza!) tener a un profesional que nos acompañe en nuestro proceso de mantener una mente sana. #wehealtogether. 


Fuentes:

apa.org

mayoclinic.org 

nhs.uk

psychcentral.com

psicologiaymente.com